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La muerte y el duelo en la escuela es también una pregunta

¿Cómo nos vamos a organizar como institución?
¿Qué respuesta vamos a dar frente a esto que pasó?

Redacción – Cultura Paliativa

Bariloche, Argentina, agosto de 2025

Duelo en Escuelas antes de ser un proyecto fue una pregunta: ¿a dónde más podemos llevar el tema del duelo y la muerte?, se preguntó en 2014 el equipo de Fundación Ideas Paliativas en Acción en San Carlos de Bariloche (Patagonia, Argentina). Los Cuidados Paliativos fueron el punto de partida desde donde venían acompañando niños, niñas y personas adultas con enfermedades crónicas y graves, abordando temas como la muerte, el cuidado, la experiencia de una enfermedad grave, el sufrimiento, el amor, la pérdida, y también el duelo.

El duelo es una experiencia humana individual, pero también es un asunto comunitario. ¿Y si vamos a las escuelas a hablar de muerte y duelo?, pensaron. Inicialmente brindaron unos talleres sobre duelo para escuelas de su ciudad, luego comenzaron a acompañar instituciones educativas en las que había muerto alguien. Desde entonces, el Proyecto Duelo en Escuelas se consolidó como una propuesta de alcance regional, desde donde se brindaron numerosas charlas, talleres y asesorías a más de 150 instituciones en Argentina y Uruguay.

Conversamos con nuestro director Ale Nespral, pediatra paliativista, y uno de los referentes del proyecto. Además, será el anfitrión docente de la próxima edición del Curso «Duelo y muerte en la escuela» que tenemos el gusto de recibir por primera vez acá, en Cultura Paliativa.

 

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Luego de más de una década de compartir experiencias con escuelas sobre el tema del duelo y la muerte, ¿cuáles son las barreras más importantes que siguen encontrando al abordar estos temas en las comunidades educativas?

Son varias las barreras, pero la buena noticia es que encontramos varias oportunidades. El duelo y la muerte son temas que habitualmente no tiene algo que podríamos definir como una “pertenencia”. ¿De quién es el tema, quién se ocupa de abordar estas temáticas en las infancias y las adolescencias? Esta pregunta en general tiene una respuesta que fluctúa entre “se ocupa la familia” o “se ocupa la religión”. Así como hay infinidad de asuntos que son abordados por las instituciones educativas, los temas vinculados al morir, a la finitud no queda claro si deberían ser o no abordados en una escuela, o para decirlo más claro: si son o deberían ser temas que se traten en la escuela. Entonces, una barrera que vemos son las creencias que las personas tenemos sobre estos temas, la postura primero individual y luego grupal, la “posición” frente al tema. Al no haber ningún contexto formal de enseñanza, me refiero a que no existe ningún marco normativo o curricular que impulse a actuar o no, abordar o no, estos temas, en general queda en la mirada del docente o de la profesora, o del equipo directivo, lo cual genera múltiples y heterogéneos escenarios. En algunas escuelas se habla del tema, en otras no. Es más, en una escuela, en algunas aulas se habla, en otras aulas no. Depende en general del azar, y de la predisposición que tienen docentes y directivos a tocar el tema.

Decías tocar el tema, ¿qué significa o cuáles son las maneras de abordar la temática del duelo y la muerte con estudiantes?

Una forma de dividir los tipos de abordaje, y de hecho la bibliografía también lo expresa así, son primero que nada pensarlo en intervenciones preventivas y postventivas. Las intervenciones postventivas son aquellas acciones que hace una escuela cuando algún integrante de su comunidad, un estudiante, un profe, un docente, una mamá, la portera, cualquier persona significativa muere. Una muerte en una escuela es un desafío, es un impacto emocional y también es una pregunta: ¿cómo nos vamos a organizar como institución? ¿Qué respuesta vamos a dar frente a esto que pasó? Las otras intervenciones, las preventivas, son distintas. Son aquellas múltiples acciones de carácter pedagógico, organizativo, reflexivo, de difusión que tienen como meta abordar el tema del duelo y la muerte sin “tener la muerte delante”, es decir, sin que nadie haya fallecido. Acá, especialmente acá, surgen con potencia las acciones pedagógicas, los planteos didácticos, la adaptación de recursos y contenidos según la edad de cada alumno y alumno.

«¿Quiénes de mis alumnos, qué docentes, qué directivos necesitarán un acompañamiento más especializado? Las escuelas tienen un rol más que importante al momento de prevenir duelos complicados: anticiparlos».

Decías que también hay oportunidades, ¿cuáles son?

La oportunidad más grande es poder pensar, o comenzar a pensar, la muerte, el duelo, la noción de finitud como temas posibles de ser enseñados y aprendidos. Cuando hablamos de que se puede enseñar sobre la muerte no nos referimos a que todos los aspectos que incluyen el morir tengan una explicación pasible de ser dicha. La muerte tiene cualidades misteriosas e inabordables. La muerte como fenómeno, pero especialmente la experiencia humana del duelo, tiene muchos aspectos que pueden ser compartidos, enseñados. Es más, las personas adultas, las cosas que sabemos sobre el morir y el duelar, en algún lado lo aprendimos. Es interesante pensarlo como adultos y adultas: ¿las cosas que yo sé sobre la muerte y el duelo, dónde las aprendí, quién me las enseñó? Probablemente mucho aprendizaje vino de las experiencias de pérdida que nos tocó vivir a cada uno en la vida, pero lo aprendido no viene sólo de ahí, también leímos libros, nos cruzamos con gente que nos explicó cosas, o también hicimos curso, o por qué investigamos y nos dedicamos a esto. La muerte es también una suma de conceptos, de aprendizajes, de entramados que venimos a esta vida a intentar comprender. La pregunta podría ser, entonces: si la muerte y el duelo son temas de los cuales tenemos cosas para aprender, ¿por qué la escuela no ocupa un rol clave en la enseñanza? Un niño de 8 años, a modo de ejemplo, que atraviesa un duelo porque murió su mamá, posiblemente en algún momento experimente miedo, o bronca, o retracción, u otro cambio importante en su comportamiento. Esto puede llamarle la atención al niño, y especialmente a sus compañeros o compañeras de aula. Esa, por ejemplo, es una oportunidad para que una persona adulta intervenga, explique y ponga palabras. O para decirlo más claro: enseñe

¿Cuál es el rol que docentes y directivos pueden tener al momento de acompañar niñas, niños y adolescentes en duelo?

¡Muchos! Una de las funciones más importantes es acompañar el proceso, velar por esa tarea psíquica y espiritual que supone continuar viviendo con alguien o algo que queríamos y que ya no está físicamente. Pero, una maestra, un profesor, la directora de la escuela, el preceptor no sólo “mira” un proceso de duelo. Creemos firmemente que esta compañía es además un acompañar activo, es un acompañar que ayuda a decir lo que está trabado, que explica lo que se pueda explicar, y que en los casos que se requiere, detecta e intenta detectar algo que termina siendo muy importante cuando una comunidad como una escuela está atravesando un duelo: ¿quiénes de mis alumnos, qué docentes, qué directivos necesitarán un acompañamiento más especializado? Las escuelas tienen un rol más que importante al momento de prevenir duelos complicados: anticiparlos.

«Una muerte en una escuela es un desafío, es un impacto emocional y también es una pregunta: ¿cómo nos vamos a organizar como institución? ¿Qué respuesta vamos a dar frente a esto que pasó?»

¿Qué rol ocupan las familias en relación a estos temas?

Un rol más que trascendente, y que muchas veces queda de lado. Las familias son una parte super importante al momento de trabajar educativamente el duelo y la muerte. Cuando una escuela aborda estos temas en las aulas, ya sea con un espacio de escucha de emociones, con una propuesta pedagógica, muchas veces esos niños y niñas luego quieren “seguir hablando” de eso en sus casas y si las familias no saben o no están al tanto de que en la escuela se están abordando estos temas algo se va a cortar y no va a fluir, y puedo comprender que alguna familia también se va a incomodar sabiendo que la escuela está hablando con su hijo o hija de estos temas, especialmente de estos temas, a sus espaldas. Por otro lado, como decíamos antes, definir en qué medida muerte y duelo son temas educativos debería ser parte de una planificación educativa, en este punto, creemos, no se trata de que las familias definan qué temas son parte de la currícula y cuáles no, eso es responsabilidad de quienes educan, pero sí es importante incluir a esas mamás y papás, porque en definitiva de lo que estamos hablando es de provocar un cambio de orden cultural. ¿Queremos buscar maneras para que se pueda hablar mejor, más abiertamente del tema del duelo y la muerte en una escuela? Las familias son parte de la comunidad, y tienen que ser parte de este cambio.

El Proyecto Duelo en Escuelas de Fundación IDEAS PALIATIVAS EN ACCIÓN llega a Cultura Paliativa. Alejandro será el host docente, y junto a cinco docentes invitados se centrarán en la pedagogía de la muerte como punto de partida para que docentes y directivos puedan abordar de nuevas maneras desafíos en relación al duelo en la escuela.

Ya van muchas ediciones de este curso, ¿que novedades trae esta edición que arranca en los próximos días, y a quiénes está destinado?

Estamos súper felices y expectantes con esta nueva edición del curso. Vamos a compartir seis encuentros en los que nos preguntaremos e intentaremos comprender el impacto de estos temas en las escuelas, el alcance del tema, sus desafíos y como decíamos antes, sus oportunidades. Tendremos invitados e invitadas docentes con quienes aprenderemos de duelo en la infancia, de pedagogía y estrategias didácticas. Vamos a conocer qué es la antropología de la muerte y también vamos a conocer algunos recursos que vienen del campo de la literatura y el duelo. Es un curso en el pueden sumarse personas de campos variados, ya sea de la educación, de la salud, de campos sociales, en definitiva puede ser un curso que sume, y mucho, a cualquier persona que trabaje con niños, niñas y adolescentes y reconozca el impacto que estos temas tiene en ellos y ellas.

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¿Querés saber más sobre este ciclo? Inscribite antes del 2 de septiembre.

¿Por qué no pensar estos asuntos también como una oportunidad para educar?
La pedagogía de la muerte como punto de partida para que equipos docentes y directivos puedan abordar de nuevas maneras estos desafíos.

6 encuentros semanales
Del martes 2 de septiembre al 7 de octubre, de 18.30 a 20.30hs

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Visibilizar lo invisible

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Mariana González es pediatra paliativista, referente del equipo de cuidados paliativos perinatales de la Maternidad Sardá, en la ciudad de Buenos Aires y será la próxima host docente del Curso «Huellas Invisibles – Cuidados Paliativos Perinatales».