EFEMÉRIDES
A 10 años de la 67ª Asamblea Mundial de la Salud
por Peri Minatel
20 de septiembre de 2024
“¿Cuál es para usted el primer signo de civilización?”
Dicen que esa pregunta le formuló un estudiante a Margaret Mead, la antropóloga más famosa del siglo XX. Y dicen que, para sorpresa de todo el auditorio, su respuesta no fue «una olla de barro», «un mortero» o «un anzuelo».
«El primer signo de civilización», dicen que respondió Mead, «es un fémur roto que se había curado».
¿Y por qué rescataba ese hecho? Porque en el reino animal, el que se rompe una pata, muere. No puede escapar del peligro ni ir en busca de alimento o agua. No hay criatura que logre sobrevivir el tiempo suficiente hasta que el hueso sane.
Así, un fémur roto que se ha curado es la demostración cabal de que alguien se tomó el tiempo necesario para acompañar a quien cayó, para vendarle la herida, para ponerlo a resguardo, para acercarle comida y agua, para cuidarlo y esperar a que pueda volver a ponerse en pie. Ayudar a alguien más en las dificultades es el punto donde comienza la civilización
Los Cuidados Paliativos (CP) son una disciplina en el área de Salud que se dedica a asistir a personas que sufren enfermedades graves, amenazantes para la vida (en general, crónicas y evolutivas), con el objetivo de prevenir y aliviar el sufrimiento, y mejorar su calidad de vida y la de sus entornos afectivos.
Desde hace milenios, los seres humanos practicamos el gesto del cuidado, del alivio del otro. Mitigar el dolor y el sufrimiento es algo que naturalmente intentamos hacer cuando está dentro de nuestras posibilidades, casi como un reflejo, al igual que un cuerpo adulto se pone por delante de un cuerpo niño ante algo que pueda amenazarle. Con el paso de los siglos y a lo largo de diferentes momentos históricos, las personas vulnerables (moribundos, personas enfermas con sufrimiento severo) fueron objeto de cuidados con distintos encuadres, durante muchos años dentro de estructuras religiosas y más tarde, en Occidente, también dentro de espacios laicos, basados simplemente en la solidaridad y la empatía, siempre al rescate de ese gesto atávico de cuidarnos, de acompañarnos. Y así, en el siglo XX, estos cuidados se pusieron más definitivamente en valor, tanto que se convirtieron no sólo en una especialidad de la Medicina, sino también en una forma de actuar y de mirar (amplia, sistémica, situada y basada en la empatía) todos los factores interconectados que hacen a la salud integral de una persona y su entorno cuando una enfermedad grave amenaza su calidad de vida. Cada vez más efectivas formas de cuidar se estudian, se sistematizan, se investigan, se despliegan en todas las áreas de la Salud, gracias a que nunca olvidamos lo que nos hace humanos: ese gesto de aliviar y de cuidar que, como dice Margaret Mead, es el comienzo de la cultura.
La 67.ª Asamblea Mundial de la Salud tuvo lugar en Ginebra del 19 al 24 de mayo de 2014, en la sede de la World Health Organization (WHO-OMS).
Esta cultura paliativa encuentra hoy nuevos desafíos: los avances de la Biotecnología y la innovación en el tratamiento de enfermedades producen cada vez una mayor sobrevida de los pacientes, en muchísimos casos con pérdidas funcionales y aumento de síntomas físicos. Esto, por supuesto, deteriora la calidad de estas vidas más longevas, aumenta el sufrimiento y provoca un gran impacto en los círculos afectivos de la persona enferma. Pasan los siglos y es necesario adaptarnos, también, a nuevas formas de cuidar y aliviar, sin olvidar nunca que cualquier intervención, por más innovadora y moderna que sea, no debe dejar de lado el recuerdo de sus orígenes, sencillos, de objetivos claros: sufrir lo menos posible, morir lo mejor posible.
* * *
Hace poco más de 10 años, el 24 de mayo de 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tomó la determinación de generar una resolución en la Asamblea anual dedicada por primera vez a los cuidados paliativos. Este fue uno de los hitos más importantes para su desarrollo a nivel mundial.
La resolución Nº 67.19 de la Asamblea Mundial está dedicada al fortalecimiento de los cuidados paliativos como un componente de atención integral a lo largo de la vida. El documento insta a los gobiernos de los diferentes países a fortalecer los equipos, las políticas públicas, la educación y a la comunidad en CP, a trabajar en la disponibilidad y accesibilidad a los medicamentos esenciales, incluidos los opioides (morfina y derivados), tan necesarios para el tratamiento del dolor.
Desde Cultura Paliativa queremos celebrar esta década resaltando la importancia del crecimiento de los CP a nivel regional y mundial. Sabemos que hay más de 60 millones de personas con necesidades paliativas, que esperan ser asistidas alrededor del mundo. Que la accesibilidad sea una realidad depende de todos.
«Más de 60 millones de personas con necesidades paliativas esperan ser asistidas alrededor del mundo.»
La Resolución n° 67.19 fue titulada: “Fortalecimiento de los Cuidados Paliativos como Componente de Atención Integral Durante Todo el Curso de Vida” y aprobada por los Estados Miembros de la 67ª Asamblea en la novena plenaria del 24 de mayo de 2014.
Peri Minatel
CULTURA PALIATIVA | Jefa de redacción
Médica paliativista. Directora ejecutiva de la AAMyCP.
Vive en Olivos.
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