COLUMNA

Nutrición de cuerpo, mente y espíritu

Comemos para seguir viviendo, para sentirnos saludables y para disfrutar. Pero ¿qué pasa con esa esfera tan amplia que abarca la alimentación cuando la vida, la salud y el disfrute están puestos en tensión por una enfermedad que amenaza nuestra vida? 

Las chicas de Nutrición.4D nos comienzan a compartir desde hoy sus conocimientos y reflexiones dentro del mundo de la nutrición paliativa.

| Sobre las autoras

AILÉN AZUL PEREZ

Licenciada en Nutrición, especializada en Cuidados Paliativos y Oncología. Integra el grupo de profesionales Nutrición.4D.
Vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
IG

ORNELLA AGOSTINA CAPELLI

Licenciada en Nutrición, especializada en Cuidados Paliativos y Oncología.
Integra el grupo de profesionales Nutrición.4D y la Comisión de Cuidados Paliativos de la AAMYCP.

Su otro proyecto de difusión es Nelumbo.Nutricion.

otras columnas

Cuidados sobre ruedas

La columna de Fredy Ojeda

Enfermero – Ciclista

Desde su Uruguay natal, el enfermero especialista en Cuidados Paliativos Fredy Ojeda nos invita a hacer una pausa, tomar un poco de agua y reflexionar sobre los cuidados, mientras la(s) rueda(s) sigue(n) girando.

Death techs: una mirada antropológica

La columna de Darío Iván Radosta

Antropólogo

¿Qué son las tecnologías de la muerte? Darío nos guía para intentar atisbar qué gestos humanos, qué necesidades, qué miedos podemos reconocer, y cómo estas techs nos ayudan a vincularnos saludablemente (o no) con el morir.

Bioética para caminantes

La columna de Isabel Pincemin

Médica – Bioeticista

De la mano de la Dra. Isabel Pincemin, cada mes nos adentramos en preguntas que surgen en el cruce de caminos entre la Medicina y la Filosofía, dos disciplinas que se hablan en la práctica cotidiana y en el interior de cada profesional y cada equipo, en un diálogo que raramente nos detenemos a escuchar.

Que viva la ciencia, que viva la poesía

La columna de Roberto Szmulewicz

Escritor – Librero

La literatura y la poesía pueden ser un refugio, que hace un puente al que no le importan el tiempo y el espacio… solo la sincronía del papel y unos ojos abiertos. A veces, para que se dé ese encuentro, tiene que haber un guardián, que cuide, promueva, facilite, observe, escuche, y lleve a las manos justas las páginas exactas. Roberto es uno de esos guardianes.